viernes, 23 de enero de 2015

Reseña de Una última carta en Página 12

El diario Página 12 de hoy publica una reseña de varias historietas, incluida UUC. :)

"De todas las novelas gráficas que publicó Connelly hasta el momento, Una última carta es la más redondita. Se sostiene en una buena trama policial y en un excelente trabajo gráfico de Fernández, que capitaliza la experiencia acumulada en los últimos años. Por un lado, la historia del matón que quiere retirarse conjuga una intriga de esas que saben emparentar al policial con la tragedia ineludible. Personajes sórdidos, amores y dinero se cruzan. Por otro lado, la dibujante mendocina hace un gran trabajo con gestos y expresiones corporales, en particular en cada escena de golpiza patoteril. También construye muy bien las páginas dedicadas al sexo entre los personajes."

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/18-34541-2015-01-23.html

miércoles, 14 de enero de 2015

Nota de opinión en la Comiqueando

Transgredo la premisa de "solo dibujos/ historietas" para compartir una nota que escribí para Comiqueando on-line sobre academia e historieta.
http://www.comiqueando.com.ar/secciones/desde-adentro/lauri-fernandez/

Desde Adentro

Los académicos que efectivamente son lectores e incluso creadores de historieta no representan la hegemonía en ese campo.

Lauri Fernández

14/01/2015
 
 
lauri-tapa-libroHace algún tiempo, con un compañero del equipo de investigación y crítica de la historieta de la Universidad de Córdoba, nos encontrábamos en unas jornadas de investigadores. Estos eventos suelen ser desoladores, de largos pasillos vacíos y mesas en las que el único público son los demás conferencistas. La excepción es cuando se anuncia la presencia de algún intelectual renombradísimo, ante lo cual se agolpan sujetos con anteojos, mochilas y camisas a cuadros dando el aspecto de recital hipster, pero sin rock y casi sin onda. Pero volvamos: estamos con el compañero exponiendo nuestras respectivas investigaciones acerca de Oesterheld y descubrimos con enorme sorpresa que otra investigadora también trabaja sobre historieta y le dedica un espacio a este guionista.
Sin embargo, nuestra alegría de no estar solos en la marginalidad académica se disipaba a medida que escuchábamos las barbaridades planteadas por la panelista. No eran apreciaciones subjetivas, eran errores concretos: fechas y contextos tirados a la marchanta con un admirable tono autosuficiente. Nadie parecía darse cuenta. Hicimos las respectivas devoluciones críticas que fueron recibidas con asombro, incluso por la “joven investigadora” (“¡Ah, mirá!”), pero nos fuimos llenos de bronca: ¿para qué se ponen a trabajar sobre algo que no conocen y que tampoco les interesa?
vientre_m_05Si bien narro una escena puntual, esta situación no es atípica. Aquellos académicos que efectivamente son lectores e, incluso, creadores de historieta no representan la hegemonía en ese campo, aunque una se vea tentada a suponerlo a partir de una experiencia personal. A medida que se conoce esa parte del mundo intelectual, se descubre que los poseedores de una biblioteca prolífica en historietas representan una hermosa, pero exótica, isla. La historieta parece ser un objeto de estudio de moda y de sus viñetas se cuelga cualquiera: tanto los que la leen y conocen, como gente a la que “le cae simpática”, que piensa que lo más relevante se reduce a unos pocos nombres y/o dispara un “mirá esto qué bueno como metáfora del avance imperialista en Latinoamérica y que puedo analizar desde mi enorme marco teórico de teoría política”; o académicos a los que la historieta les importa más bien poco, pero le viene bien para enriquecer el corpus de su investigación, aunque no les quite el sueño aplicar o desarrollar una metodología de análisis específica para ese lenguaje.
Regulacion075_43Edward Said (en “El mundo, el texto, el crítico”, de 2004) hace énfasis en una responsabilidad de los críticos que, creo, es muy pertinente extender a los académicos: su rol legitimador supone la instauración de parámetros y valores para entender y juzgar a las producciones culturales, lo que conlleva el delineamiento sobre determinada mirada del mundo en otros investigadores. El trabajo académico (no indefectiblemente, pero al menos, en su objetivo más altruista) sirve de matriz para otros estudiosos y por ello marca líneas de pensamiento que son, sabemos, ideológicas.  Si elaboramos teoría a partir de un objeto que no nos entusiasma y en el cual, básicamente, no creemos (aunque nos resulte “instrumental”), entonces estamos construyendo y promoviendo criterios de verdad sin sentido real, esencialmente falsos.

domingo, 4 de enero de 2015

Reseña sobre Regulación en 365 comics x año

Andrés Accorsi reseña Regulación con conceptos muy elogiosos. ¡Muchas gracias, Andrés!
http://365comicsxyear.blogspot.com.ar/2015/01/03-01-regulacion-075.html

Copio el texto a continuación:

sábado, 3 de enero de 2015

03/ 01: REGULACION 0.75

Hoy me toca reencontrarme con el guionista uruguayo Roy, de quien ya vimos varios trabajos, y que parece estar obsesionado con el tema de la procreación. En su magnífica Vientre (reseñada el 21/03/13), Roy hablaba de una mujer que quería tener hijos y no podía, y de otra que quedaba embarazada sin haberlo buscado. Esta vez, en Regulación 0.75, nos cuenta las terribles consecuencias de tener hijos en una sociedad distópica, en la que el Estado vigila celosamente el incremento de la población y las sanciones para quienes procrean sin permiso son por lo menos drásticas.
Y si bien Roy pasa de la actualidad de nuestras ciudades y nuestra época a un futuro impreciso (no tan lejano), logra mantener el realismo: esa cuota de diálogos, gestos, actitudes que nos hacen sentir a los personajes como cercanos, como amigos o conocidos de siempre, aunque vivan en una época que no es la nuestra y en la que nosotros no querríamos vivir. Como en toda obra de ciencia-ficción, además de contar la historia es menester bajarle data al lector acerca de cómo funciona este mundo imaginado por el autor. En ese rubro, Roy la rompe, porque nos aclara todo acerca de esta distopía sin aburrirnos, sin interrumpir el flujo del relato, con gran habilidad para deslizar la información de forma muy orgánica, sin explicitar demasiado: sólo manejamos la data suficiente como para que el mundo y las aventuras que suceden en él nos parezcan verosímiles.
Regulación 0.75 es una obra cruda, violenta, sin concesiones, con protagonismo coral y con un conflicto no planteado entre buenos y malos, sino más bien entre individuos y sistema. Buena parte del protagonismo recae en los agentes del Departamento de Regulación, los encargados de hacer cumplir estas leyes tan estrictas. Y si bien los vemos cometer atrocidades indecibles, no se puede decir que sean los villanos. Por ahí hay uno medio pasado de sádico, pero Roy se esfuerza por mostrarlos, ante todo, como personas reales, creíbles, y como tales, sujetos también de este sistema inclemente, que al principio los tiene como victimarios pero en cualquier momento los puede convertir en víctimas. Creo que ese es el principal logro del guión: que nos podamos poner del lado de algunos de estos tipos a los que vimos matar y secuestrar bebés. Además, como ya es costumbre en los guiones del uruguayo, tenemos muy buenos diálogos y escenas mudas muy potentes, de alto impacto dramático.
A cargo del dibujo tenemos a la mendocina Lauri Fernández, una de las dos dibujantes que colaboraron con Roy en Vientre. Lauri ya había incursionado en la ciencia-ficción, en unas historietas cortas escritas por Federico Reggiani, que si no me equivoco se publicaron en la revista Clítoris. Acá, sin embargo, el estilo de la mendocina vuelve a mutar. Abandona un poco esa elegancia, ese fino exotismo que mostraba sobre todo en el tratamiento del claroscuro, y agarra para otro lado. En Regulación 0.75, Lauri Fernández ensaya un grafismo más tradicional, más terrenal, también, ¿por qué no?. Acá no hay magia ni lirismo: hay fuerza expresiva al recontra-palo, mucha atención por los detalles, climas espesos y bastante más machaca que en cualquier otro trabajo de la autora. Se mantiene, felizmente, el gran nivel en las expresiones faciales, y vemos una sensible mejora en un rubro que no era la especialidad de Lauri: la elección de los ángulos. El agregado de grises en el photoshop (en realidad, una tonalidad de gris azulado, muy acertada), realza mucho el dibujo, en cuyo trazo se nota un gran dominio del plumín por parte de Lauri.
Si te gusta una ciencia-ficción bajonera, cruda, con mala leche, con un planteo muy original, buenos personajes, buenos diálogos, un clima asfixiante y muy buenos dibujos, dale una posibilidad a Regulación 0.75. No sé si me pegó tan fuerte como Vientre, pero sin dudas me animo a recomendarla ampliamente, porque me pareció una historieta fuerte, osada, de gran calidad tanto en textos como en imágenes. Una frontera que -a medida que se multiplican las colaboraciones entre Roy y Lauri- se va haciendo más difícil de trazar, porque cada vez más se ve la comunión, el entendimiento, la simbiosis entre ambos autores.